Productos para Pasajero / SUV/Camioneta / VAN

stage_image1_lg

Compañía

Neumáticos de motocicleta

De local a jugador global

article_66w_image1

La verdadera historia de la cultura alemana de neumáticos


Se necesita un espíritu pionero, un instinto infalible y una obsesión con la tecnología para siquiera pensar en el establecimiento de una empresa de caucho, en 1871 - el año en el que German Reich fue fundada. Al principio, los neumáticos de bicicletas y sólidos fueron las únicas cosas fabricadas en nuestra planta de Hannover. Cerca de un cuarto de siglo pasó antes de que Hildebrand & Wolfmüller desarrollaran la primera motocicleta con motor de combustible en 1894. Y a pesar de que Continental todavía era una empresa joven nos convertimos muy pronto en una fuerte empresa dentro dell mercado de neumáticos destacándonos sobre todo por nuestros avances y desarrollos tecnológicos en nuestros neumáticos. En 1892, fuimos la primera empresa alemana en producir un neumático y, en 1904, comercializamos los primeros neumáticos con una banda de rodadura con diseño en los laterales - una sensación en aquellos tiempos. Pero a partir de ese momento, el ritmo aumentó considerablemente en todos los aspectos. La motorización de la sociedad en el siglo XX impulsó el desarrollo de la cultura alemana de neumáticos en su forma más pura: Continental como pionero y tras varias investigaciones y pruebas,  inventó los neumáticos de motocicleta, que cubre cientos de miles de kilómetros y la solicitud de numerosas patentes. En los eventos de grandes carreras, junto con grandes profesionales  llegamos a conocer nuestros puntos débiles y también pudimos ver en todo lo que estábamos bien. Pilotos reconocidos y muy atrevidos como el gran Wilhelm Herz, quien tiene un récord mundial, logrando  llegar a los 300 km / h en 1951 con una NSU Delfin, ha inmortalizado el nombre de Continental.

Hoy en día, estamos llevando adelante estas tradiciones en nuestra planta de neumáticos de motocicleta, con la misma pasión que se trabajó  generaciones anteriores. Literalmente, vivimos el arte de la ingeniera alemana y nuestra obsesión por las innovaciones y “ser la sensación del momento” continúa.